Los beneficios del masaje se manifiestan en el fortalecimiento del sistema inmunológico del organismo, aumentando la elasticidad y elasticidad de la piel, mejorando la circulación sanguínea y linfática, activando el trabajo del sudor y las glándulas sebáceas. El masaje normaliza el estado psicoemocional, estimula el sistema nervioso central, reduce el dolor, acelera los procesos metabólicos.
El masaje tiene el máximo efecto sobre el tejido muscular. Dependiendo del tipo de movimiento, el masaje permite estirar y relajar los músculos contraídos por la tensión, devolverles flexibilidad y elasticidad, aliviar la fatiga y eliminar el dolor.